El verano es una magnífica época para disfrutar de la gastronomía de España, es por ello que aumenta el consumo de queso durante estas fechas, también porque aumenta el número de reuniones con familiares y amigos. Se piensa que el queso en verano pierde cualidades, pero esto se debe a que no se conserva de la manera adecuada. En este artículo se van a enumerar una serie de medidas para conservar el queso en verano y que se pueda degustar con total tranquilidad.
Mejores quesos para comer en verano
El queso es un alimento que se ve afectado por las altas temperaturas estivales, hay algunos tipos que aguantan mejor las inclemencias de este tiempo que otros. En esta época lo más recomendable es sustituir el queso curado con un alto índice de grasa, por otros menos curados y ligeros, que contienen una mayor proporción de agua. Es el caso de los quesos frescos o de untar. Te dejamos nuestra lista de conservantes para el verano.
Estos quesos ligeros son una combinación ideal con productos frescos típicos del verano, como son el tomate, las ensaladas, el melocotón, las frambuesas y los frutos secos, entre otros alimentos. Solo queda tener un poco de creatividad a la hora de componer los platos. Y es que este manjar se puede incluir hasta en postres para hacer tartas o flanes.
Los quesos de vaca con poco tiempo de curación son excelentes para la época veraniega, son cremosos y se pueden untar en alimentos frescos como es el pepino, la zanahoria o incluso en patatas o en pan. En España por ejemplo, hay diferentes tipos de quesos de los que se puede disfrutar en verano.
El queso asturiano, que es de pasta blanda, o por ejemplo, el queso de tetilla típico de Galicia. El queso de cabra es otra excelente opción, y es que la corteza con moho protege de las altas temperaturas el interior del queso.
Pero en verano no hay por que renunciar a los quesos de vaca curados, siempre que se elijan las variedades con menos meses de curación, ya que tienen más contenido en agua que los quesos curados. Una característica común a todos los alimentos de esta sección es que son ligeros y con pocas calorías.
Estos quesos son ideales para consumir en verano debido a sus características organolépticas. Pero cabe recordar que también deben de ser conservados en óptimas condiciones, es decir, en un lugar seco y fresco o en un frigorífico.
¿Cómo conservar el queso en verano?
La mayoría de los quesos en verano tienen la problemática de que si no se conservan a una temperatura adecuada, este alimento se calienta y la grasa que compone a este refrigerio se ?derrite? o como se dice popularmente, el queso empieza a sudar. Este proceso de sudoración ocurre cuando la parte grasa se separa de la parte sólida.
Cuando ha ocurrido este proceso se observa en la superficie del alimento unas pequeñas gotas, que es la grasa. Pero esto no quiere decir que el queso se eche a perder, lo que ocurre es que su aspecto ya no es tan deseable, como antes. Esta sudoración afecta negativamente a la textura y al sabor del queso y es por ello que muchas personas deciden no consumirlo.
Por lo tanto, para que el consumo de este delicioso manjar no se reduzca, se van a exponer una serie de consejos o técnicas para una correcta conservación del queso en verano.
- Utilizar mármol: un paso muy simple y que afecta positivamente a la presentación de este alimento es presentar el queso sobre una superficie de mármol. Y es que es un tipo de material que normalmente está frío, esto ayudará a que esta comida se mantenga fresca.
- Papel encerado: en el caso de los quesos maduros es importante usar un tipo de papel especial, como es el papel encerado. Este material permite que el queso respire y puedan ser expulsados los vapores, evitando la aparición de gotas. Cada vez que se vaya a consumir queso se deberá de cambiar el envoltorio. Tradicionalmente los quesos se envolvían en recipientes de plástico, en los cuales este no respiraba, pudiendo propiciar la aparición de organismos patógenos, pero estudios recientes han demostrado una mejor conservación en papel encerado.
- Quesos blandos: estos alimentos están compuestos por una gran cantidad de agua y sal. Así que, si se ve que en el recipiente donde este se guarda se llena de un líquido amarillento y de mal olor, este se deberá de eliminar.
- Salmuera : es un líquido conservante que se emplea desde la época romana. Su elaboración es muy simple, porque solo se necesitan cuatro ingredientes, como son: agua, sal no iodada, vinagre blanco y cloruro de calcio líquido. Una vez elaborada la mezcla se deberá de verter en un recipiente que no sea corrosivo e introducir el alimento. Por otro lado, la temperatura de conservación no deberá de ser superior a 10 °C.
- Aceite: el aceite es otro líquido que permite conservar el queso en óptimas condiciones durante mucho tiempo. A este aceite se le pueden añadir algunas hierbas aromáticas como puede ser el romero o la hierbabuena y este sabor pasará en gran medida al producto, aumentando la variedad de sabores.
- Refrigeración: la mejor manera de conservar el queso es refrigerándolo, es decir, guardándolo en un lugar en el cual la temperatura no sea superior a 12 grados y que la concentración de humedad no sea alta. Si no se dispone de este lugar, se deberá de conservar en el frigorífico. Muchas personas pueden pensar que otra forma de conservación es la congelación, pero no es una buena idea si no se pueden controlar dos aspectos como son la cantidad de agua y el porcentaje de grasa.
Todos estos pasos ayudarán a que el sabor y la textura del queso en verano se conserve durante más tiempo y sin perder su excelente calidad. Ahora ya solo quedaría lo más fácil, que es disfrutar de este delicioso mítico alimento con una buena compañía y con un buen maridaje. ¡ Bon appetit!